jueves, 28 de junio de 2012

De Koh Phangan a Railay, Krabi

La desicion de partir hacia Krabi, mas específicamente a railay fue inmediata. Estaba buscando un nuevo lugar para mudarme en Koh Phangan, y me di cuenta que era muy parecido a lo que venia recorriendo desde Koh Tao. Así que, decidí pasar por una agencia y comprar el ticket para viajar esa misma noche.  Hay un bote nocturno que salía a las 10 de la noche, para estar llegando a las 11 de la mañana. Hable en el bungalow para poder hacer el check out later, y después de darme una ducha, y hacer la mochila, me subí a la moto que había alquilado cerca del muelle, y hacia allí partí.
Claro, que eran las 8 de la noche, y no sabia si la rentadora estaba abierta, pero aquí en Tailandia de alguna manera las cosas salen y van hacia adelante. Y si, al llegar estaba cerrada, pero conversando con dos músicos que tocaban en la calle, me muestran que la moto tiene un teléfono al costado, así que le pedí a uno de ellos si me ayudaba a llamar a la mujer, y tras hablar, a los 10 minutos estaba devolviendo la moto y recuperando mi deposito de 2000 baths. En un gesto de agradecimiento compre una cerveza y me quede con ellos escuchando su música callejera.


Al rato, uno de ellos se ofreció llevarme con su moto hasta el muelle. Aquí es todo muy simple, bastante informal. Había un mesita con un tai cambiando los tickets, para subir al barco y darme el numero de cama.  Al entrar al barco, había como colchones muy bien ubicados, y camastros colgados por todo el barco. Encontre mi numero de cama, deje mis mochilas al costado y me acosté para dormir.



A las 4 de la mañana habíamos llegado al puerto de Suratthani, y me esperaba una combi que me iba a llevar hacia la estación de micro, donde tenía que esperar alrededor de hora y media para que salga el bus hacia Krabi. Al llegar a la estación, algo parecido a un viejo taller casi abandonado me dicen que puedo esperar aquí en los asientos que son butacas de antiguos micros ubicados por todo el lugar. Hasta el momento estaba solo, y al rato llego otra combi que trajo mas viajeros entre musulmanes, australianos, mexicanos y alemanes.  A las 6.30 salimos en el bus hacia Krabi, seguí durmiendo las 2 horas de trayecto, y así nuevamente, llegamos a un parador, para hacer un nuevo transbordo hacia una playa de la que sale nose si un barco o bote hacia Railay. Ahora son las 9.45, y estoy sentado frente a la playa, la vista al frente es de muchas islas con vegetación estilo selva.


En esta época del año, en casi toda la zona del sudeste asiático se la conoce por al época de los monzones, que es mucha lluvia, y mal tiempo. Hasta el momento, el clima que me acompaño fue el mejor. Solo tuve dos o tres chaparrones de minutos en Bangkok, y en Koh Tao. Pero toda la zona que vengo recorriendo pertenece al golfo de Tailandia. Y al llegar a Krabi, para conocer Railay, las islas Phi Phi, Ko Lanta; ya me encuentro del otro lado, en el mar de Andamar.










" The secret beach", Koh Phangan

Un buen desayuno por la mañana y a pasar el rato en una playa que al pasar ayer me pareció que estaba bien guapa.
Aquí vive una familia de portugueses, la pareja de unos 35/40 años con sus dos hijos entre 5 y 8.   Es una playa bastante chica, llena de coqueros. A unos metros del agua hay un deck de madera con mesitas bajas, hamacas; y que se entiende que es parte de su casa. Así es, el living a muy pocos metros del mar.

Los pequeños van y vienen todo el tiempo jugando y corriendo por la playa. Hace 7 años que viven en el medio del paraíso. Y los chicos van a una escuela que les enseñan en tai e ingles, y además hablan portugués por su familia. Me pase un buen rato hablando con Fortunato que es muy fana del fútbol, y muy agradable para conversar. Al momento, me explica que en realidad se llama the secret beach porque al costado caminando por unas piedras hay una playa nudista, pero que en tailandia están prohibidas.  Y tras pasar toda la tarde, me volví al bungalow para disfrutar de un momento de los mas sublimes de cada día, mi hamaca en el balcón.

En Koh phangan, hay mucha fiesta, y se celebra todos los meses la full Moon party, una fiesta en la playa los días de luna llena con diferentes estilos de música. Pero tambien, hay otras fiestas, y pasado mañana es la Half  Moon party que es en el medio de la selva. Por momentos, tuve ganas de ir para conocerla, pero no se si será por estar solo que no me nacieron tantas ganas. Ya por la noche, estando en el seven eleven (en Tailandia hay mas seven eleven que tais), me encuentro con un chileno, un argentino, y dos españolas, que estaban haciendo por tres meses unos cursos de yoga, y estaban yendo a la playa para hacer un fuego y tomar algo, así que los acompañe. La noche era un cielo estrellado y la luna al medio, cada uno contando sus experiencias del viaje, hace cuanto comenzaron, donde estuvieron, y lo que queda por recorrer. Pasando siempre información de sitios recomendables para conocer. Tras un rato, los deje con su fuego, y me fui a dormir muy tranquilo.




En Koh Phangan

En Koh Phangan fueron dos horas en barco desde Koh Tao.

Y al llegar, como en la mayoría de los sitios, hay muchos tai, ofreciendo servicio de taxi, alojamiento, etc. Lo cierto, es que normalmente, te ofrecen ubicaciones en las zonas mas turísticas, y justamente donde no quiero estar. En la experiencia que tuve hasta ahora, las zonas turísticas son mas con playas de fiesta, y un circo alrededor. Mi sugerencia es alejarme algo mas del ruido, y llegar a lugares mas tranquilos, con menos turistas y mas viajeros. Con el tai que te recibe con una sonrisa a cada momento. 













Así es que, tras averiguar cual era la zona mas tranquila y con menos gente me alquile una moto, y me fui a recorrer hasta encontrar mi espacio.  Así llegue a los bungalows Benjamín Hunt, ubicados frente a la playa donde todas las tardes están los mas espectaculares atardeceres. 



Esa tarde salí para almorzar, y recorrer la isla, y me di cuenta que es demasiado grande.  En el golfo de Tailandia, esta la isla de Koh Tao (isla tortuga) que es muy pequeña, Koh Phangan de tamaño medio, y Koh Samui la mas grande.  Elegí salir a conocer la zona turística y así confirmar que definitivamente no es lo que quiero, es todo mas al estilo Full Moon party, con servicio de playa, alquiler de motos de agua, y música todo el tiempo.

Los paseos por la isla en moto son buenísimos. Andando podes cruzarte de repente con algunos elefantes. Hay muy pocas carreteras, y vas andando entre medio de la vista del mar, playas, selvas. El recorrido para volver al bungalow fue casi 30 minutos.  Un descanso en la hamaca del balcón, una ducha y salir a comer algo a un resto tai por ahí cerca, y tomar algo en un bar rasta.







sábado, 16 de junio de 2012

Al sur de Tailandia, Koh Tao. Chalok baa khao

Estar en una isla en koh Tao, al sur de Tailandia, donde se encuentra la zona de playas, es para relajarse completamente. Claro, que si se elige dormir solo un par de noches, entre el movimiento de las mochilas (por que vale aclarar que son dos, una mas chica con parte del equipo de fotografía), los viajes y decidir hacia partir el relajo no es el mismo. Así es que en esta isla, decido tomar un curso de buceo con certificación internacional por 4 días. En koh tao existen mas de 40 escuelas y se considera una zona de buenos corales con la posibilidad de nadar entre tortugas y tiburones ballena. Hoy fue mi primer clase teórica. Por la mañana, continua la segunda y, ya por la tarde la primera inmersión.  Algo de tarea para estudiar, claro que en una hamaca mirando el mar... y puesto a escribir.

 La ultima noche de bangkok, conocí a un vasco; indignado que mientras salvaban a España del default, el rey estaba mirando la Eurocopa; y a un chileno, con el que viajo desde entonces.
Hace tres días que partí de Bangkok, un día por la tarde (se me hace difícil reconocer el día en que estamos). El micro salió a las seis de la tarde, y a las 3 de la mañana nos despertaron que habíamos llegado y teníamos que bajar, pero para sorpresa de todos no había ningún puerto para tomar el barco hacia la isla, y así fue que el chofer sin entender lo que le preguntábamos se sube y parte. Y así nos encontramos en un pueblo alejado, desolación total, con dos franceses, un italiano, un chileno, tres alemanes y yo.
Después de estar 45 min sentados en medio de la noche en algún lugar perdido de Tailandia, apareció un camión que era nuestro segundo transporte hacia el puerto, al que llegamos a las 4 de la mañana,  y recién a las 7 salía el barco hacia la isla. Entre un poco de dormir en cualquier espacio que sirva de cama, y algo de fotografía al amanecer subimos a un ferry.








 Al llegar y ver a los lejos lo que nos esperaba te hace sentir que todo lo anterior valió la pena. 
El muelle, la playa, las lanchas de madera esperando algún viajero con ganas de andar, las casitas de madera sobre los morros, lleno de palmeras despierta un disfrute total.    A los 10 minutos, estábamos alquilando un scooter para recorrer y conseguir un lugar para dormir. Y así llegamos al hostel backpacker y por 250 baths compartíamos habitación y baño. 
La siguiente misión era encontrar la escuela para bucear, y para ello, vale mencionar que encontrarme en una isla en el sur de Tailandia manejando una moto por calles entre montañas y con un mar celeste alrededor es para agradecer.







Chalón baa khao, es un zona sur de la isla, que reúne a una comunidad hispana de escuelas de buceo, y termina siendo mi hogar para vivir estos días mientras realizo el curso. Tengo una habitación arriba de la Escuela, sobre la playa y con vista al mar. Por la noche, al acostarme puedo escuchar el sonido del agua en la bahía. Con un barcito a 500 mts caminando por la playa, para compartir unas cervezas con la gente del lugar.











 El día de ayer merece un capítulo aparte, porque llegar a la playa banana rock, es sublime, y esta es la mejor palabra para describir el lugar. Claro que después de terminar el curso, es muy probable que pase unas noches viviendo ahí.
El bar puedo decir que es tranquilamente propiedad de Jack Sparrow, con una playa privada para solo unas casitas de película. El atardecer es difícil de describir. Me pareció mejor filmarlo para que entiendan mi imposibilidad de poder describirlo. Esta tarde fue entre cerveza (convengamos que la playa y 30 grados promedio de temperatura invita a beber una fresquicimas rubias cervezas), snorkel por corales, y música. 






 Estos días de estar en un lugar algo mas asentado me permite estar algo mas conectado. Alguna practica de yoga, correr por la playa, escuchar música tomando sol, y algunos mates de algún argentino que olvido su equipo en la escuela.
Siento que estoy recibiendo mucho cariño de mucha gente que me escribe. Los siento muy cerca, y estoy disfrutando mucho. La experiencia es invaluable, y las noches llenas de estrellas. 


Son las 9 de la noche, sobre la orilla de la playa las olas son mi melodía, algunas luces se dejan ver a lo lejos, y otra vez la certeza de estar sintiendo el camino.



miércoles, 13 de junio de 2012

Bangkok... Primeros días

Después de haber pasado una semana en nueva York, a las 7 de la mañana salgo para el aeropuerto JFK. Con una escala corta en Washington sigo rumbo a Tokio, en donde tras una nueva escala de 6 horas, parto hacia bangkok. A esta altura, uno pierde el sentido de las horas. En el transcurso del viaje no sabes cuantas horas hace que es de día o de noche, y en definitiva, había salido el miércoles a las 7 de la mañana y había llegado a las 11 de la noche a Bangkok del día jueves. 


                        

                       




Tras hacer los tramites migratorios, me subo a un taxi con destino a khosan road. Destino recomendado para viajeros con mochila.  Había reservado por hosteworlds.com un alojamiento que al llegar, y después de tanto viaje me hizo reír de lo espantoso que era. Pero estaba muy cansado y con la mochila a mis espaldas. Al entrar, algo de olor a humedad, con solo un ventilador ruidoso, y una cama con un colchón tan duro como si fuera de cemento. Para quien vio la película "the beach", algo mas o menos parecido, de hecho se escuchaba muchas voces todo el tiempo, y solo faltaba que algún loquito se cuelgue sobre la pared de la habitación de al lado para pasarme un mapa secreto.  Pero después de tantas horas de viaje solo quería una ducha y salir a tomar algo de aire, y relax.  


 




Y es así, que salgo a la famosa khosan road, algo muy particular. Serán tres cuadras colmadas de bares con mesas en las calles, puestos de todo tipo, desde ropa, comidas, bebidas, puestos de masajes; mucho extranjero tomando y tomando, y barrileteado yendo de una lado hacia el otro. El ruido y la música, el movimiento de la gente genera entre adrenalina, excitación y locura, al menos después de haber estado 25 horas dentro de un avión. Me tomo algunas cervezas, y me voy al hotel a dormir. 
Al levantarme me doy cuenta que solo dormí dos horas y hace un calor terrible.  Me doy un baño, y decidido voy a buscar un hotel mas cómodo. Así consigo una habitación con aire a solo tres cuadras en una zona algo mas tranquila. Pasado el mediodía, empiezo a reconocer en mi cuerpo la necesidad de dormir, y es así que decido dormir una siesta, que sin saber se extendió hasta las 12 de la noche. No era la idea, pero al no tener reloj, mas que el de la compu, y el placer del aire acondicionado me dispuse muy tranquilamente a cenar algo, y a tomar alguna bebida por la emblemática khosan road compartiendo unas cervezas con unos franceses que habían llegado esa misma noche. 




 Al día siguiente, bien descansado, y habiendo averiguado los puntos importantes a recorrer en bangkok y tras un rico desayuno, salgo a visitar algunos templos de la ciudad. Es así que ya advertido, de algunas picardías que realizan los tuk tuk (taxi mitad carro y mitad moto), y haciendo creer que especialmente hoy es el día del Buda, entonces todos los templos son gratis, y por solo 20 baths (30 baths es 1 dolar) te hace una recorrida por cada uno de los templos mas importantes. Y en el medio te arrastra a dos o tres locales (joyería, agencias de viajes de los cuales recibe comisión por solo llevarte), pero para mi cada recorrida era un paseo así que no me molestaba perder 10 minutos por local. Lo mas gracioso, es que después de recibir dos o tres cupones de comisión, te abandonan en algunos de los templos y sin cobrarte los 20 baths que con gusto uno los pagaría. 



 Los templos mas importantes a recorrer son el Wat Pho, el Palacio Real, el Wat Arun, y the Golden Mountain. Lo cierto, es que en casi todos los templos encontre una gran negocio montado alrededor entre vendedores ambulantes y confiterías, pero el 90% de la población son budistas y se los siente muy creyentes. Y lo cierto es que las religiones son las religiones. Pero será un capítulo aparte a lo largo del viaje. 



 Pasado el mediodia y abandonado por mi tuk tuk, y por esas magias que suceden, me pongo a conversar con un tailandés que andaba en moto y estaba detenido en el semáforo y le pregunto como llegar al mercado MBK, así es, que al minuto estaba andando en su moto mientras me llevaba a una parada de colectivo para tomar el 16, le habla en tailandes a una señora que estaba tambien en la parada, y ella con señas me indica donde bajar en el mercado. Todo una experiencia tomar un bondi en Tailandia sin saber ni cuanto vale el boleto, ni donde te tenes que bajar, y lo cierto es que no todos los tailandeses hablan ingles, de hecho parecen ser la minoría. 



Al llegar a la zona llamada Silom, me impacto el contraste con lo que conocía hasta ahora de Bangkok. Con una arquitectura de edificios y shoppings uno al lado del otro, mucho mas modernos que lo que podemos conocer en nuestro país.  Aproveche parte de la tarde para hacer algunas compras que necesitaba antes de irme de la ciudad. Hay un mercado muy mencionado que es chaktuchak, que abre los fines de semana, pero realmente no es mi intención de viaje. El tránsito es caótico casi todo el día, y siendo las 10 de la noche me subí a un tuk tuk para que me lléve al hotel al que llegue a las 10.30 y con las piernas quemadas de tanto caminar.  


Tras conectarme un rato en internet, me fui a dormir temprano, y hoy domingo a las 6.30 estaba despierto.  Lo cierto, es que estoy con ganas de irme para lugares mas tranquilos con menos movimiento de gente, y en mayor contacto con la naturaleza. Y si, desde que partí de buenos aires mi sitios fueron pura metrópoli. 





Hoy me tomo el día para planificar hacia donde parto, desde temprano estudiando destinos y mapas. Las opciones son ir hacia el norte, con bastante selva para seguir camino a Laos, Camboya y Vietnam; o bien hacia el sur para disfrutar de unos maravillosos días de playas paradisiacas, y seguir camino a Malasia.  Es un placer tener la posibilidad de decidir a cada instante el rumbo a seguir, mucha información en la mano, y con un rico desayuno decidir el camino. Además, es algo que siempre me gusto, armar mis propios itinerarios de viaje.

Algo de reflexión

Al viajar solo, con mochila y un largo tiempo tengo que estar preparado para enfrentarme con contratiempos y situaciones. Entender que todo lo que va sucediendo es parte del viaje, de la experiencia de estar conociendo culturas muy distintas a la mía, y con idiomas incomprensibles por lo menos en un primer momento. Y así, se empiezan a intensificar todos mis sentidos, e incluso la intuición. Es muy interesante como la mirada me permite comunicarme sin palabras. Este viaje, es y comenzó desde el corazón, porque así lo sentí y así lo siento. Y en cada elección, lo principal, es escucharme, a donde tengo ganas de estar y de que manera. Considero que la vida es el regalo mas sagrado que pude haber recibido, y vivirla a pleno es lo menos que puedo hacer para agradecer. No importa la edad, ni los miedos, ni los condicionamientos propios y ajenos. Los sueños y las ganas de hacerlos realidad son mucho mas poderosos, y para lograrlo hace falta escucharme a mismo y ser honesto. Y es así, como elijo el titulo para este diario... sintiendo el camino.

sábado, 9 de junio de 2012

Entre caminos...


"...Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino. Si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición. Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino es nada más un camino, y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o de dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición. (...) Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo, y a ti solo, una pregunta: ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Todos los caminos son lo mismo, no llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el matorral. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no..." Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita." (“Las enseñanzas de Don Juan” de Carlos Castañeda.)