Un buen desayuno por la mañana y a pasar el rato en una playa que al pasar ayer me pareció que estaba bien guapa.
Aquí vive una familia de portugueses, la pareja de unos 35/40 años con sus dos hijos entre 5 y 8.
Es una playa bastante chica, llena de coqueros. A unos metros del agua hay un deck de madera con mesitas bajas, hamacas; y que se entiende que es parte de su casa. Así es, el living a muy pocos metros del mar.
Los pequeños van y vienen todo el tiempo jugando y corriendo por la playa. Hace 7 años que viven en el medio del paraíso. Y los chicos van a una escuela que les enseñan en tai e ingles, y además hablan portugués por su familia.
Me pase un buen rato hablando con Fortunato que es muy fana del fútbol, y muy agradable para conversar.
Al momento, me explica que en realidad se llama the secret beach porque al costado caminando por unas piedras hay una playa nudista, pero que en tailandia están prohibidas.
Y tras pasar toda la tarde, me volví al bungalow para disfrutar de un momento de los mas sublimes de cada día, mi hamaca en el balcón.
En Koh phangan, hay mucha fiesta, y se celebra todos los meses la full Moon party, una fiesta en la playa los días de luna llena con diferentes estilos de música. Pero tambien, hay otras fiestas, y pasado mañana es la Half Moon party que es en el medio de la selva. Por momentos, tuve ganas de ir para conocerla, pero no se si será por estar solo que no me nacieron tantas ganas.
Ya por la noche, estando en el seven eleven (en Tailandia hay mas seven eleven que tais), me encuentro con un chileno, un argentino, y dos españolas, que estaban haciendo por tres meses unos cursos de yoga, y estaban yendo a la playa para hacer un fuego y tomar algo, así que los acompañe. La noche era un cielo estrellado y la luna al medio, cada uno contando sus experiencias del viaje, hace cuanto comenzaron, donde estuvieron, y lo que queda por recorrer. Pasando siempre información de sitios recomendables para conocer.
Tras un rato, los deje con su fuego, y me fui a dormir muy tranquilo.